En un contexto donde la lucha por la igualdad de género cobra cada vez más relevancia, la conmemoración del Día de la Mujer adquiere un significado aún más profundo, nuestra institución no es ajena a esto, por eso consideramos fundamental reflexionar no solo sobre los avances logrados en materia de equidad, sino también sobre los desafíos que aún quedan por superar en la búsqueda de una educación más inclusiva y justa para todas y todos.
Es de vital consideración, escuchar todas las voces que conforman nuestro equipo, para dejar evidencia de nuestro compromiso con esta lucha, por ello entrevistamos a diferentes referentes de la institución en alusión al 8M.
Según tus conocimientos: ¿Por qué crees que se celebra el Día Internacional de las Mujeres?
De acuerdo a mis conocimientos, el Día de la Mujer está relacionado con la conmemoración de la mujer trabajadora, aquella que ha luchado por sus derechos a lo largo de la historia y que ha enfrentado sufrimientos. Asimismo, representa el progreso que hoy en día estamos experimentando y el cual debemos seguir fomentando juntas y juntos como sociedad. El Día de las Mujeres nos reivindica a nosotras, brindándonos visibilidad y un lugar destacado en la sociedad en general.
¿Qué entiendes que se quiere conseguir con esta conmemoración?
Recién, mencioné que este tema está estrechamente relacionado con nuestros derechos y la continua lucha por su reconocimiento. Aunque hemos logrado avances significativos, aún hay aspectos en los que debemos seguir siendo visibles y defender nuestros derechos. Por tanto, es fundamental continuar conmemorando esta fecha y buscar reconocimiento en diversas formas, como una forma de afirmar nuestra identidad y exigir la igualdad que merecemos.
¿Qué plan tienes para este 8M?
Pretendo conmemorar este día con la carga de respeto que conlleva, que es innegable. Aunque no sea apropiado llamarlo un festejo, recordarlo y reflexionar sobre los valores que surgen de esta fecha, es esencial. Rescatarlos y continuar cuidándonos mutuamente como mujeres en un entorno actual que presenta numerosos desafíos, es crucial.
Si tuvieras que confeccionar un cartel para esta fecha: ¿Cuál sería la frase que escogerías?
Hace algún tiempo escuché una frase que versaba: “Levanté la voz, no para gritar, sino para hacer oír a los que no tienen voz. No podemos tener éxito cuando la mitad de nosotros se queda atrás.”
En tu accionar diario: ¿Cómo contribuyes en la lucha por la igualdad de oportunidades?
Respecto a dejar un mensaje en alusión a esta fecha, me gustaría compartir cómo trabajamos las mujeres en el ámbito más cercano que tengo, el IES N° 9-019 INSUTEC. En primer lugar, quiero destacar que somos un gran equipo conformado por hombres y mujeres. Siempre he creído que hay mujeres que brillan profesionalmente, y este brillo se potencia cuando se comparte con otros.
Cuando el talento se comparte, se brinda la oportunidad a personas de todas las edades y géneros para aprender y explorar un mundo distinto. Estoy convencida de que la igualdad es posible, al menos en el contexto en el que me desarrollo. En nuestra institución, se ha otorgado un protagonismo significativo a las mujeres. La dirección está encabezada por una mujer, lo cual no fue una tarea sencilla, pero demuestra que el conocimiento y el respeto por los demás son valores fundamentales que trascienden géneros.
Es esencial destacar y propiciar espacios para que nuestras colegas femeninas puedan mostrar sus talentos y, más importante aún, puedan enseñar y guiar a aquellos que están en proceso de desarrollo profesional, independientemente de su género. Creo que esto es lo que realmente importa: trabajar como un equipo unido, visibilizar los talentos individuales, especialmente los de las mujeres, y potenciarlos tanto a nivel institucional como en todos los ámbitos de la sociedad.
El 8M, sin lugar a dudas, es día para la reflexión: ¿Si tuvieras que recomendar una lectura en alusión a la fecha, cuál sería?
Recomendaría algo que leí recientemente, una lectura ligera que tiene que ver con la idea de lo que estoy manifestando por el Día de la Mujer, se llama: Familias en un mundo cambiante, el progreso de las mujeres en el mundo 2019 – 2020. Un documento confeccionado por la ONU que es sumamente interesante:
Para cerrar, decirles a las mujeres que todas hemos venido a cumplir otras misiones más allá de nuestras familias, cada una opta cuáles son sus prioridades, pero creo que en todos los ámbitos nos podemos desarrollar, si hay algo que tenemos las mujeres, es la capacidad de ser multifacéticas, es decir, podemos brillar en todos los aspectos de nuestra vida.
¿Consideras que es un día de reivindicación solo para las mujeres?
Creo que la lucha ha sido iniciada por y para mujeres y nos ha permitido a nosotros, los varones, visibilizar muchas de las diferencias históricas, sobre todo, para quienes no estábamos formados.
Hay unas propuestas muy lindas de la DES que nos están permitiendo formar en la temática y eso hace que vayamos profundizando y aprendiendo muchísimas cosas.
Pero sí, han sido las mujeres las que han reivindicado esto. A partir de eso surgen muchas otras inquietudes que tienen que ver con la diversidad en general.
Escuchaba el otro día a una profesional de la industria del petróleo hablar sobre: “la diversidad que debemos ver dentro de las organizaciones es la que vemos cuando caminamos por las calles.” Entonces me pareció muy valioso ese aporte y creo que más allá de la lucha de las mujeres, sobre la cuestión de genero nosotros tenemos que acompañar muchas veces desde el desconocimiento para facilitar lo que esté a nuestro alcance facilitar.
Acompañar sobre todo porque son las mujeres las que han sufrido y han padecido la violencia histórica dentro de un sistema patriarcal.
¿Cómo sentís desde tu lugar de hombre que puedes participar en la lucha por la igualdad?
Como varón, en primer lugar, creo que nosotros podemos acompañar la acción de las mujeres, generando instancias de reflexión, sobre todo, porque me parece que eso es lo que nos está faltando a los varones, es decir, reflexionar sobre las practicas que tenemos naturalizadas y que en efecto generan eventualmente alguna situación de discriminación o de violencia.
Así es que, me parece propiciar estas instancias de reflexión, sobre todo, lideradas por mujeres, nos van a abrir a nosotros la perspectiva para acompañar mejor en todos estos procesos de cambios que son inevitables, mas allá de las diferentes resistencias que pueden generarse respecto del lenguaje inclusivo, de lo que se considera violencia o no.
Creo yo que las instancias de reflexión y de aprendizaje son las que motorizan el cambio que ya está y que de ninguna manera podemos frenar con una instancia de resistencia menor, a cuestiones que tienen que ver por ahí con la semántica, la gramática o si usamos lenguaje inclusivo o no. Me parece que son discusiones que deben darse para generar cambios más profundos y nuestra forma de acompañar tiene que ver desde la reflexión y desde la acción posterior.
¿En qué sectores ha logrado insertarse la mujer y cuáles son las limitaciones que tienen a la hora de desarrollarse profesionalmente en la industria?
La inserción de la mujer en la industria minera ha tenido un crecimiento muy fuerte desde los últimos 30 años. En Argentina comenzó en el ámbito académico, en los laboratorios, análisis de roca y minerales y de análisis de imágenes satelitales, para posteriormente desarrollarse en el campo, en las tareas de prospección y exploración minera.
Luego el trabajo de la mujer, tomó mucha importancia en las áreas administrativas de las empresas mineras que se radicaron en el país a partir de la década del 90; muchas juniors nacionales, y otras tantas que vinieron de Canadá, de Australia, de Inglaterra, pudiendo recibir a mujeres que no eran técnicas (ingenieras o geólogas) sino secretarias, contadoras, abogadas, escribanas y después, cuando ya estas empresas comenzaron a explorar en el campo, en el sur, en la cordillera, la mujer pasó al ámbito del campamento colaborando con las tareas de limpieza y de preparación de alimentos para todo el personal.
En los últimos 15 años, la mujer ha tenido un rol mucho más importante en otras actividades como Higiene y Seguridad en los campamentos, y con el desarrollo de las primeras minas en el país desde el año 2000 muchas mujeres ingresaron a trabajar en las áreas operativas, como por ejemplo en el área de extracción de minerales, conducción de camiones de gran porte o máquinas perforadoras. También en las áreas de procesamiento de mineral, ingenieras químicas, técnicas, personal de las áreas de arqueología, sociología, paleontología, comunicaciones y periodistas, entre otras. En Mendoza tenemos un gran ejemplo -la geóloga Adriana Blessa- que llego a ser Jefa de Exploraciones para tres países de Sudamérica. Eso hace 30 años, hubiera sido impensado. Muchas otras profesionales han desarrollado su campo de investigación en muestreos de campo en el área ambiental.
En esta última década la mujer ha podido pasar a formar parte de los equipos de toma de decisiones de las compañías mineras y empresas proveedoras de bienes y servicios, ocupando cargos jerárquicos, como por ejemplo, gerentes de áreas, superintendentes, entre otros.
Es muy interesante ver cómo la industria minera ha sido capaz de recibir a mujeres que son de sectores o áreas del conocimiento sumamente diversos. Hay todo un abanico de profesionales, técnicas y de mujeres sin formación académica previa -pero con ánimo de trabajar- que han podido formar sus pequeñas o medianas empresas. Este crecimiento ha sido sumamente importante ya que ha permitido a muchas mujeres poder ser jefas de hogar al contar con sus propios ingresos. Si bien la participación de mujeres en esta industria ha crecido aceleradamente en estos últimos 25 o 30 años, su participación aún no supera el 14%.
En pleno siglo XXI hay mucho que superar todavía. Cuando estudié en la universidad hubo profesoras que no pudieron realizar sus prácticas porque estaba prohibido el ingreso de mujeres a operaciones subterráneas por cuestiones de creencias ancestrales muy arraigadas. Actualmente hay comunidades que aún mantienen ciertas supersticiones, pero se respetan aunque vayan más allá de todo el razonamiento científico técnico que puede haber actualmente.
Después, algo muy importante es el análisis que se ha hecho en cuanto a “brindar posibilidades de trabajo” a las mujeres dentro de la industria minera ya que a veces se solicitan puestos y no hay quién los ocupe. Desde la pandemia hasta hoy, recién se ha empezado a fomentar fuertemente el ingreso a carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) que son las que permiten arrimarse más a los sectores industriales en cuanto al área formación profesional y técnica. Actualmente están ingresando muchas mujeres en el área informática, para trabajar en el procesamiento de imágenes satelitales, modelamiento de yacimientos, diseños de programas para geoestadística, y este es un ámbito que ha ido creciendo junto al desarrollo de la tecnología a nivel mundial.
Además de invitar a las mujeres a trabajar en minería, tenemos el problema de retenerlas en la industria. Una de las problemáticas que no escapa a ninguna de nosotras, es la de la tarea de ser “amas de casa”. Por una parte, la minería es una industria masculinizada desde sus orígenes y por otra, la sociedad ha dejado en manos de las mujeres las tareas de cuidado de hijos o mayores y organización del hogar desde los comienzos de la formación de la estructura familiar. Con el advenimiento de los grandes cambios sociales del siglo XXI, donde ya es más aceptado el rol de la mujer en los ámbitos laborales, ni se la estigmatiza por ser separada, divorciada o viuda, podemos encontrar en la minería una oportunidad de desarrollo profesional, una fuente de ingreso y un aporte muy grande para nuestras familias siendo jefas de hogar.
Institucionalmente, la conmemoración del Día de la Mujer lo tomamos como un punto de inflexión para reafirmar nuestro compromiso con la igualdad de género y la eliminación de toda forma de discriminación. Es responsabilidad de cada referente y miembro de la comunidad educativa trabajar de manera conjunta para garantizar que todas las voces sean escuchadas y que se promueva un ambiente de respeto, diversidad e inclusión en todos los espacios de nuestra institución. Recordemos que la igualdad no es un privilegio, es un derecho fundamental que debemos defender y promover en todo momento.
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